CAPITULO VII: Por qué el Mediador tenía que ser Verdadero Dios y Verdadero Hombre
3.07 Reconocemos y confesamos que esta maravillosa unión, entre la Divinidad y la Humanidad en Cristo Jesús, surgió del eterno e inmutable decreto de Dios de quien proviene y depende toda nuestra salvación. (1) 1. Eph. 1:3-6. |